Quizá te hayas preguntado alguna vez cómo se hace el jamón ibérico de bellota. Cómo se fabrica, cómo se consigue su inigualable sabor que lo hace tan deseado y delicioso.
En este post, queremos describirte el largo camino que tiene que recorrer este exquisito producto gourmet, desde la crianza del cerdo hasta su comercialización.
1.- El engorde tradicional.
Llegados a la última fase de cría del cerdo ibérico, se prepara el engorde tradicional del animal, pastando libremente entre nuestro “Monte” lleno de encinas, comiendo hiervas, raíces y el que es su principal fruto, las bellotas.
La montanera, es un sistema totalmente opuesto al sistema de cría intensivo, industrial, el animal está en constante movimiento, factor que, junto a la alimentación natural, consiguen una calidad inigualable en sus carnes, aportándonos esa infiltración característica en sus carnes, que podemos distinguir en el veteado de los jamones de gran calidad.
La montanera va desde octubre hasta febrero, coincidiendo con el período de maduración de la bellota. El cerdo ibérico llega a esta fase con un peso de entre 100-115 Kg y sale con entre 160 y 170 Kg.
2.- Peso, despiece y clasificación.
Una vez que el cerdo ibérico ha alcanzado este peso, se sacrificará en el matadero, y se procede al despiezado de las diferentes partes de este.
Tras el despiece del cerdo, llevamos cada parte a su zona correspondiente de producción donde son cuidados y mimados, uno a uno, por nuestros expertos, consiguiendo así que los Jamones Ibéricos, Paletas Ibéricas y Embutidos Ibéricos de Econatura Gourmet sean un referente en calidad y diferenciación.
3. Proceso de salado.
Los jamones van a la cámara de salazón, cubriéndolos allí, completamente, con sal marina y dejándolos el tiempo necesario, como referencia se estima un día por cada kg de peso de la pieza, para que el proceso se lleve a cabo, dándoles la vuelta en la mitad de la duración. En Econatura Gourmet nos caracterizamos por producir unos jamones poco salados.
4. Preparación para el secadero.
Después se lavan las piezas y se llevan a otra cámara destinadas al asentamiento del jamón, controlando la temperatura, la humedad y el tiempo que está cada pieza (una por una) en esta fase.
5. Secadero.
Posteriormente son llevados al Secadero Natural
El Secadero Natural, es donde, controlados por la ventilación en el estupendo microclima de Guijuelo se acaba de deshidratar. A continuación, se le aplica manteca a las piezas que lo necesiten, de forma manual, con especial cuidado, con el fin de ralentizar la oxidación de la carne, evitando así la aparición de notas rancias durante la curación.
5. Curación en la Bodega.
El último proceso es la Bodega, donde cientos de jamones son colgados un mínimo de 6 meses y un máximo de 30-35. Aquí es donde adquiere su sabor y aroma característico. De nada sirve tener una materia prima de calidad, si no respetamos su proceso de elaboración, es crucial respetar los tiempos de curación o maduración para obtener un producto de calidad. En nuestra bodega natural, el jamón puede permanecer hasta cuatro años, perdiendo en torno a un 30% de su peso inicial.
Llegados a este punto, y tras recorrer un largo camino, ya sabéis cómo se hace el jamón ibérico de bellota. Ya estaría listo para su comercialización y disfrute de todos.
El proceso de elaboración del jamón ibérico es supervisado cuidadosamente durante meses para conseguir siempre el mejor resultado y el más exquisito sabor.
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